HOGAR PADRE VITO GUARATO NOMBRA UNO DE SUS PABELLONES EN HONOR A BENEFACTORES
San Salvador, septiembre 2018. – Corrían los años ochenta cuando un sacerdote franciscano de nacionalidad italiana, padre Carlo Vito Guarato, inicia esta obra de amor. La inspiración surgió de un hecho que lo impactó profundamente: Muchos niños con discapacidad que después del terremoto quedaron desamparados y en situación de total abandono familiar, sin que ninguna […]

San Salvador, septiembre 2018. – Corrían los años ochenta cuando un sacerdote franciscano de nacionalidad italiana, padre Carlo Vito Guarato, inicia esta obra de amor. La inspiración surgió de un hecho que lo impactó profundamente: Muchos niños con discapacidad que después del terremoto quedaron desamparados y en situación de total abandono familiar, sin que ninguna entidad estatal se responsabilizara por ellos.  Con el apoyo de personas altruistas que se identificaron con sus ideales, emprendieron este proyecto, instalando una pequeña casa con unos cuantos niños, iniciando el Hogar para niños minusválidos abandonados, que hoy conocemos como Hogar Padre Vito Guarato. 

La actual Junta Directiva de la Asociación Padre Vito Guarato heredó un compromiso profundo con los más necesitados, que va más allá de asistirlos en sus necesidades básicas de alimentación y salud, pues desde la visión del padre Vito Guarato, lo que debe prevalecer como principal ingrediente de esta fórmula, es el amor al prójimo. Y es precisamente esta visión la que compartieron don Roberto y doña Ellen Dutriz, que dejan como parte de su legado, la entrega de un donativo que contribuirá significativamente a impulsar las operaciones y el funcionamiento de esta obra de amor, por lo cual con mucho regocijo y especial agradecimiento, La Asociación Padre Vito Guarato a través de su Hogar que lleva el mismo nombre, anuncia que designará a uno de sus pabellones con el nombre de sus benefactores.

Doña Ellen Bielke de Dutriz (26.06.1917–22.11.2017) llegó a El Salvador para establecer su hogar,  poco después de haber contraído matrimonio con su querido esposo, don Roberto Dutriz (1914–2007), en San Francisco, California en 1944. Lo que más unió a estos dos jóvenes y que siguió concordando sus ánimos y voluntades durante la larga vida que compartieron, fue la tremenda humildad y amor al prójimo de ambos. Como expresó monseñor Fernando Rodríguez: “Don Roberto tuvo la dicha de vivir para servir….”. Al igual que su esposo y siempre con su apoyo, doña Ellen también se volcó en ese esfuerzo para mejorar la vida de los demás. Fue una de las fundadoras de la Union Church de San Salvador y trabajó en sus muchas obras benéficas, especialmente las que se dirigían hacia las madres y párvulos. Igualmente formó parte de la American Women’s Association of El Salvador, participando en sus actividades caritativas.

El nombramiento de estas instalaciones es un agradecimiento y una forma de reconocimiento permanente a su generosidad, de parte de los niños y adultos que viven en el hogar, así como del personal médico, administrativo y operativo que dedican su tiempo a cuidarlos y amarlos, siguiendo la enseñanza de su fundador. “Estas acciones nos permiten asegurar que el hogar continuará funcionando adecuadamente y nos dan la oportunidad de poder beneficiar a más niños, por lo que nos sentimos profundamente agradecidos y motivados a continuar con el legado del Padre Guarato”, expresó el Doctor Manuel Pacas Castro, Presidente de la Junta Directiva de la Asociación.

Prueba de ello es que están ingresando al Hogar dos niñas, ambas de un año y medio, con parálisis cerebral infantil y que requieren urgentemente de cuidados especializados por el estado delicado de salud en el que se encuentran. Ellas gozarán de una segunda oportunidad, que les permitirá llevar una vida digna con todos los cuidados que necesitan para garantizar su bienestar y salud.

Hoy en día, el hogar alberga a 122 niños y adultos, con diversos padecimientos tales como parálisis cerebral, retraso mental, síndrome de Down, hidrocefalia, entre los más comunes. A ellos los acompañan más de 140 personas que conforman un equipo de trabajo multidisciplinario y especializado, entre médicos, especialistas, enfermeras, técnicos y fisioterapeutas. El vocero del hogar explicó que la necesidad de cada uno de los beneficiados es única, de acuerdo con su edad y estado, por lo que la ayuda altruista es imprescindible para poder ofrecerles un tratamiento conforme a su condición.

El Hogar Padre Vito Guarato brinda un programa de atención integral permanente para el tipo de niños, adolescentes y adultos que atienden comprendido con atenciones especializadas como: atención médica, alimentación nutricional, educación especial, techo seguro y cuidados permanentes, recreación y fisioterapia. Esta estructura permite brindar una atención integral, mejorando la calidad de vida de los beneficiados, dándoles mucho amor, cuidados y protección hasta el último día de sus vidas, como en ningún otro lugar en El Salvador. 

Las necesidades del Hogar son grandes, y se suplen gracias a donativos de empresas, familias y personas particulares, que son manejados de manera eficiente y transparente por la Junta Directiva del hogar. Gracias a su confianza podemos continuar albergando niños y adultos abandonados y con necesidades especiales para quienes somos su única esperanza. En la medida que recibamos más ayuda, podremos beneficiar a más personas y asegurar que esta obra de amor continúe.